TINKU para MULTILOGAR: La Habana, Cuba 2011


Escrito por: Celia García Dávila (Cuba)

Hace alrededor de dos meses del Tinku para multilogar y todavía está dando de qué hablar. Este espacio creado por la Comisión de Articulación de las BTJ del CIPS, por el grupo de Teatro Espontáneo Terapéutico de Santa Clara (TET) y por la tribu Nómada-grupo creado a partir del taller de Teatro Espontáneo Comunitario (TEC) realizado en Santa Clara-es movimiento que aún no para y que hecho red nos mantiene conectados con la experiencia.

Por eso, compartimos nuestras reflexiones de esos días. El Tinku para multilogar en agosto de 2011 fue la creación de un espacio grupal que propició el multidiálogo entre la diversidad de actores sociales que lo conformamos (teatristas espontáneos, psicodramatistas, investigadores, dirigentes de gobierno y de instituciones culturales). Utilizando las técnicas del TEC y del Sociodrama abrimos la sesión al cuerpo colectivo. Realizamos trabajos corporales en forma de esculturas, escenas pequeñas con diálogos inventados que nos permitió entrar en calor para expresarnos desde la creatividad grupal.

Y así, al estilo de como coordinamos los psicodramatistas cuando empezamos en un lugar nuevo, no faltaron las preguntas de: ¿Qué encontramos en este espacio?, ¿Qué cosas pueden estar llamando la atención?, ¿De qué queremos dialogar?

Estas fueron contestadas desde el cuerpo en forma de esculturas corporales que nos permitieron indagar acerca de qué símbolos representábamos, si teníamos algún lugar al cuál ir y qué deseábamos regalar al grupo en forma de gestos acompañados por palabras.

Ante la expresión de “maximización” que va en busca de que los gestos corporales sean más grandes, espaciados y expresivos se visibilizó un camino que nos unió en un solo andar. Sin dejar de respetarnos como diversidad que afloró en: diferencia de ritmos para avanzar, lugares a dónde llegar y anhelos que encontrar. Lográndose vivir el proceso de encuentro y desencuentro a través de la expresión de sentimientos y emociones.

Los que estuvimos coordinando el espacio también pudimos aprovecharlo sintiendo por primera vez la posibilidad de entrar a realizar diferentes esculturas en conjunto con el grupo. Esto nos sirvió para lograr una mayor integración entre todos y todas.

El ejercicio que más polémica y esplendor creativo levantó en el segundo día fue la propuesta de “la cola”, el cual consistía en realizar una cola de las cotidianas en nuestro contexto. El diálogo entre los participantes se adornó por la presencia de personajes que aparecieron para legitimarla.

La “cola” terminó en carteles que proclamaban la aceptación a la diversidad, la necesidad de libre expresión, el amor a Cuba, el deseo y el compromiso de transformación de nuestra sociedad hacia una cada vez más justa y sana.

Este ejercicio nos regaló una tarde llena de escenas que llevaron la vivencia personal y grupal de los días que estuvimos compartiendo como grupo de reflexión que, además, todavía dialoga, pero sobretodo, no ha descansado acompañando la transformación social de Cuba y Latinoamérica.

Por eso, también queremos compartir los comentarios de esta experiencia de dos intensos días, 27 y 28 de agosto de 2011, que nos hemos hecho llegar.

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